El ciclismo urbano llegó para quedarse y consiste en el uso de la bicicleta en las ciudades. Esta actividad deportiva no solo sirve como medio de transporte, sino también como una actividad recreativa que se extendió por todo el mundo.
En un principio, el objetivo del ciclismo urbano era permitir que las personas se movieran de un lugar a otro, luego pasó a ser una actividad recreativa.
En 1890, llegó el boom del uso de las bicicletas y las personas las vieron como una opción económica para facilitar el traslado privado. Fue así como con el pasar de los días, el ciclismo se convirtió en una actividad útil pero también divertida.
Ciclismo urbano y sus beneficios
La práctica del ciclismo urbano deja grandes beneficios para quienes lo practican. Andar bicicleta en la ciudad te ayudará a mejorar la postura, coordinación, así como también disminuir el estrés y la ansiedad.
Pero su uso no solo beneficia a la salud, la práctica del ciclismo urbano también permite mantener la ciudad limpia, así como a reducir la contaminación del aire.
De igual forma, te aliviará los gastos económicos, ya que no debes pensar en la gasolina o mantenimientos rutinarios costosos, como una motocicleta o vehículo.
Equipamiento de seguridad a tomar en cuenta
Entre los accesorios de seguridad más importantes que no deben faltar al momento de practicar el ciclismo urbano se encuentran el casco, guantes, luces, espejos retrovisores, bocina, coderas, rodilleras, lentes de sol, candado y un kit de herramientas.
En el caso de los guantes, te ayudará a tener mejor agarre, pero adicionalmente servirá de protección para tus manos en caso de que tengas una caída sorpresiva.
Los espejos retrovisores también serán claves porque te ayudarán a estar más alerta y estar precavido ante cualquier situación que se presente en la vía.