Cuando ya la tienes instalada en su acuario o terrario, te preguntas qué puede comer una tortuga, pero no sabes por dónde comenzar. Uno de los más importantes aspectos a tener en consideración, cuando decides tener como mascota a este reptil pequeño, es la alimentación.
La clase de comida que requiere una tortuga de tierra no es igual a la que necesita una de agua. Pero no debes preocuparte, aquí te explicaremos cómo es la alimentación de las dos para que tu mascota nueva crezca feliz y sana.
Qué puede comer una tortuga de agua
Casi todas las tortugas acuáticas son carnívoras, ya que comen larvas, gusanos, grillos, porque requieren de bastantes proteínas cuando son jóvenes. No obstante, cuando son adultas su alimentación se vuelve omnívora.
Con respecto a la frecuencia también hay variaciones según la edad. Habitualmente, cuando son pequeñas comen una vez al día; cuando son jóvenes cada dos días y al llegar a la edad adulta, comen dos veces a la semana.
Qué puede comer una terrestre
Las tortugas terrestres que viven en tu hogar, por lo general llevan una alimentación vegetariana, la cual está conformada por un 10% de fruta y 90% de verduras frescas. Incluso, en ocasiones se pueden combinar dichos alimentos con pienso en poca cantidad, preparado especialmente para quelonios de tierra.
En dicho caso, no es recomendable que esta sea la principal comida, ni que la cantidad que le proporciones sea superior al 25% de la cantidad de alimento que consuma. Por otra parte, aunque por norma general, no comen carne estas tortugas, de vez en cuando les puedes ofrecer un poco de huevo duro o gusanos, pero de forma muy esporádica.
Ahora concéntrate en la comida que recomiendan realmente los veterinarios y expertos en nutrición animal, que son los que se indican a continuación:
Vegetales muy frescos
Éstos constituyen el 90% de la comida. Esto significa que prácticamente es la totalidad de su alimentación. Lo más común es que ingieran toda clase de canónigos, rúcula, endivias, escarola y lechugas.
También consumen otra clase de verduras como las hojas de nabo, la col o acelgas. Igualmente, ciertas especies de plantas y especies de flores como los tréboles, el diente de león o la alfalfa fresca.
Frutas bastante frescas
El 10% que resta de su alimentación, se complementa con frutas muy frescas como la manzana o la pera, así como aquellas de temporada, por ejemplo, las ciruelas o las fresas.