El entrenamiento de equilibrio es aquel que está centrado en la ejercitación que incrementa la conciencia kinestésica, que es la capacidad que tienes para entender dónde está tu cuerpo ubicado en el espacio y cómo lo mueves en consecuencia.
Para dirigirte con seguridad todos los días de un lugar a otro, ya sea que trotes en el parque, subas tus compras por escaleras o persigas a tu mascota, dependes de la coordinación y agilidad que te ofrece el entrenamiento de equilibrio.
No requieres de ningún equipo moderno para incluir esta ejercitación en tu rutina de la semana. El entrenamiento de equilibrio se puede personalizar y desarrollarse en la medida en que mejoran tus habilidades de equilibrio.
Cómo puedes hacer entrenamiento de equilibrio
Para que no te sientas vacilante o inestable, utiliza los siguientes ejercicios para optimizar el equilibrio y pasar con ligereza el día.
En una pierna sola realiza equilibrio
Una simple oportunidad de practicar equilibrio durante el día, es parándote en una sola pierna durante el tiempo que resistas. Trata de hacer dicho movimiento cada vez que estés parado por períodos largos de tiempo.
Estar parado en T
Hace referencia a pararse separando los pies en función del ancho de tu cadera, levantando los brazos a los lados para asemejar el cuerpo a una T. después mueve tu peso en dirección a los dedos de tus pies, levanta los talones y mantenlos separados del suelo por 10 segundos antes de apoyarlos nuevamente.
Equilibrio en una pierna haciendo movimiento
Al sentir equilibrio en una pierna, trata de incluir movimiento. Puedes hacerlo flexionando tu rodilla que no toca el suelo. Quédate en esa posición el tiempo mayor que puedas y después la repites del otro lado, lentamente desarrollas tu duración y resistencia con el transcurrir del tiempo.
Equilibrio con los bíceps
Después de desarrollar tu entrenamiento de equilibrio con una pierna, puedes añadir peso. Te paras distribuyendo el peso de tu cuerpo de forma pareja en las piernas y agarra con la mano izquierda una mancuerna que sea liviana.
Posteriormente, separa la pierna derecha del suelo y dobla la rodilla. Antes de hacer cambio de lado, mantén esta posición durante varias respiraciones.
