Si quiere conectarte con tu pareja para un encuentro íntimo, aprende cómo hacer un masaje erótico. Estimular la piel por medio de las caricias es una manera de explorar su cuerpo y a la vez elevas su excitación sexual.
Hacer un masaje erótico, entre otras cosas despierta sensaciones que pueden ser exitosas para lograr más intensos orgasmos, además de fortalecer la confianza y acabar con la monotonía.
Aprende cómo hacer un masaje erótico
Aquí te dejamos algunos tips sobre cómo hacer un masaje erótico a tu pareja, para lo cual no tienes que ser experto, pues, aunque existen técnicas que necesitan de práctica, por lo general lo puedes hacer de forma sencilla:
Preparación del ambiente
Al hacer un masaje erótico a tu pareja en la intimidad, se puede tornar la relación más romántica. Es por ello, que antes de comenzar, lo ideal es hacer una preparación en el ambiente, así tu pareja sabrá que tendrá una velada especial. Puedes decorar la habitación con pétalos de rosas y velas aromáticas. También puedes colocar música para hacer el amor relajante, con bajo volumen.
Usa aceite neutro
Uno de los complementos perfectos para hacer un masaje erótico es el aceite neutro. Al rociarlo sobre el cuerpo de tu pareja, puedes deslizar tus manos con mayor facilidad mientras le ofreces una relajante experiencia.
No solo uses las manos
Básicamente, los masajes se realizan con las manos. No obstante, si lo que quieres es erotizarlos, tiene que ser más creativo para no convertirlo en monótono. Puedes acariciar con las manos hasta cierto punto. Después utiliza la lengua, los labios, incluso los pies, pero manteniendo en todo momento la delicadeza.
Explora las zonas erógenas
Como quieres hacer un masaje erótico, tienes que aprender a reconocer las zonas erógenas de tu pareja, así elevarás al máximo su excitación. Acaricia zonas de su cuerpo como:
- Las partes íntimas, glúteos, ingle, piernas, pies, cuero cabelludo, manos, brazos, hombros, cuello, espalda y el área cercana al ombligo.
Cómo hacer un masaje erótico se trata de practicar movimientos pausados, roces, caricias, que puedan relajar el cuerpo y al mismo tiempo encender la llama de la sexualidad.
