Existe una relación entre discapacidad y deporte que debes conocer, ya que apunta a tener una vida activa pese a cualquier condición física o intelectual que tenga una persona.
Término de discapacidad y deporte
Al hablar de discapacidad y deporte se refiere a una ausencia o restricción de la capacidad para efectuar una disciplina deportiva en el margen o en la manera que es considerada normal para los seres humanos.
Relación entre ambas a nivel intelectual
Cuando se habla de una discapacidad intelectual se hace referencia a una condición específica en el funcionamiento intelectual, la cual está caracterizada por tener limitaciones diferentes: relacionadas con las destrezas de adaptación práctica y social y respecto a la inteligencia.
De acuerdo al coeficiente intelectual, se puede clasificar la discapacidad en los siguientes grupos:
- Leve: es cuando se encuentra entre 68 y 52 el coeficiente intelectual
- Moderada: se ubica entre 51 y 36 dicho coeficiente
- Alta: de 35 y 20 el coeficiente intelectual
- Profunda: coeficiente por debajo de 20
Condición física
La composición corporal y la condición física de las personas con alguna discapacidad intelectual, es bastante inferior a la de individuos que no tienen discapacidad intelectual. Entre los cuales está tener menor resistencia cardiorrespiratoria, densidad ósea menor, tienen menos músculo y a la vez más grasa corporal, menor fuerza muscular, etc.
En conclusión, quienes presentan una discapacidad intelectual tienen valores pésimos en las distintas capacidades que constituyen la condición física:
- Resistencia cardiorrespiratoria: consumo de oxígeno menor, bajos valores de frecuencia cardíaca máxima, entre otros.
- Fuerza muscular: valores menores de fuerza, resaltando entre los más bajos niveles quienes padecen síndrome de Down.
- Flexibilidad: seguramente gracias a la falta de actividad y en general, registran niveles de flexibilidad bajos, a excepción de individuos con síndrome de Down, que tienen distintas características y son hiperlaxas.
- Velocidad: por falta de entrenamiento y actividad al igual que las anteriores, cuentan con valores pésimos que las personas que no tienen discapacidad intelectual.