Hacer el afilador en ciclismo en un término poco común para quienes no pertenecen a este mundo, pero quienes lo practican lo identifican con facilidad. Dentro del argot de los ciclistas, hacer el afilador consiste en que la rueda delantera de la bicicleta, toque la trasera del corredor que va adelante. La sensación es algo parecido a amolar un cuchillo.
Este es uno de los principales peligros a los que se deben enfrentar los ciclistas cuando están en un pelotón. Cabe destacar, que, para el ciclista que va en la parte delantera el contacto entre ambas ruedas es casi inapreciable. Solo podrá notar un simple toque en la rueda de atrás y a lo mejor percibirá que su bicicleta se frene, pero sin consecuencias que lamentar.
Sin embargo, para el ciclista que golpea con la rueda delantera, la situación es de mayor riesgo y las consecuencias pueden ser desastrosas. Con el contacto, la bicicleta se desestabiliza, al punto de perder el control absoluto y caer al suelo. Por eso, es recomendable que el ciclista use su respectivo casco, ya que de esta forma se protegerá ante una emergencia.
Recomendaciones para evitar el afilador
Un simple descuido puede terminar en tragedia si no se toman las medidas preventivas correspondientes. Cuando se corre en pelotón una de las recomendaciones es que las manos del pedalista vayan cerca de los frenos. En algunos casos se ven ciclistas dentro del pelotón con las manos en el centro del manillar, sin embargo, en esos casos es difícil actuar con rapidez ante un eventual contacto entre las llantas.
De igual forma, para evitar el afilador, es necesario que el ciclista esté concentrado en la carrera y evite distracciones, como hablar con los compañeros o señalar algo.
Cabe destacar, que hacer un afilador es muy peligroso y arriesgado porque una caída puede provocar una montonera. Asimismo, si el pedalista se cae donde hay tráfico abierto, puede quedar debajo de las ruedas de un carro.
