La práctica del slackline sigue ganando popularidad entre quienes se lanzan a nuevas aventuras de deportes extremos. Para poder practicarlo, los participantes requieren de una condición imprescindible: equilibro. También es necesario tener valentía, así como fuerza física y mental necesaria para poder dominar este deporte.
Estados Unidos fue el primer país que vio nacer esta disciplina deportiva en la década de 1970. En sus inicios, los atletas usaban cuerdas de escalada y equipo de montaña para poder caminar sobre las líneas tensas. Posteriormente, las empresas crearon líneas para la práctica del slackline.
Este deporte consiste en caminar, saltar o hacer algunos trucos sobre una cinta flexible. En la mayoría de los casos se tensa entre dos puntos específicos, como postes o árboles. Los participantes necesitan de un equilibrio excepcional y una gran fuerza mental para mantenerse en pie sobre la línea, entretanto la cinta oscila bajos sus pies. Esto implica un nivel adicional de dificultad.
A medida que los slackiners mejoran sus habilidades, se atreven a realizar trucos más arriegados como saltos y giros, lo que le da un toque de emoción y desafío a este deporte extremo.
Variedad de modalidades
Aunque en un principio, el slackline se limitaba a caminar de un extremo al otro, este deporte evolucionó y actualmente, cuenta con distintas modalidades.
Longlining: Caminar sobre líneas largas y tensas a alturas considerables.
Highlining: En esta modalidad se debe transitar a grandes alturas, a menudo suspendido sobre cañones o acantilados.
Waterlining: Practicar sobre líneas colocadas sobre cuerpos de agua, como lagos o ríos, agregando un riesgo adicional.
Tricklining: Consiste en hacer trucos y acrobacias en la línea, como saltos y equilibrios.
Yoga Slacklining: Esta modalidad ofrece una experiencia única con posturas de yoga para una experiencia de equilibrio y tranquilidad.
Comunidad en crecimiento
Los entusiastas del slackline siguen en aumento y ya existe una amplia comunidad en todo el mundo. Su indiscutible crecimiento ya ha llevado a la creación de eventos y festivales de slackline que atrae a participantes de todas las edades. Asimismo, se dedican a compartir sus experiencias y logros a través de las redes sociales, donde se han creado grupos sólidos para dar vida a este deporte extremo.