Toda la fiesta estaba montada. El gimnasio Spodek de Katowice a tope. Los hinchas de Polonia eran mayoría absoluta, ante las tímidas banderas de Italia que ondeaban por allí. Se venía de la euforia al sacar en semifinal al potente Brasil y todo estaba a pedir de boca para lograr el tercer título consecutivo y cuarto en su exitoso historial.
Y aunque empezaron a todo dar, logrando el primer set 25-22, rápido se dieron cuenta que esta Italia era más que un equipo que dio la sorpresa y se metió en la final. La azurri quería reverdecer laureles, aquellos que le dieron tres títulos consecutivos, y también se ilusionaban con el tetra.
Después de pelear y perder el primer set, Italia comenzó a imponer condiciones y revirtió la situación en el segundo set, logrando dominar con el parcial de 25-21. Ante una Polonia que empezaba a sufrir, sin poder frenar los certeros golpes del rival.
Polonia falló en el tercer set
La situación empeoró para Polonia en el tercer set, volvieron a fallar en el juego, perdieron la concentración y los italianos sacaron provecho de esto para ganar 25-20, colocaba así el partido con ventaja 2-1.
Con una Polonia herida, que se desesperaba porque no encontraba el time al verse en desventaja, los del mediterráneo fueron además y dispuestos a liquidar, así que elevaron los porcentajes de remates, siendo solidarios en ataque y bloqueo, mientras los errores crasos del rival subían. Italia clavó un doloroso 25-20, y el 3-1 impensable antes de entrar al rectángulo de juego.
En Italia, los externos Daniele Lavia y Alessandro Micheletto aprovechaban los flancos para asestar golpes, minando la resistencia del local. Por algo, ambos fueron los mejores de su equipo con19 y 14 tantos, cada uno.
Tal vez el desgaste de Polonia frente a los brasileños tuvo mucho que ver, ya que con los sudamericanos se fueron al quinto set, para finalmente ganarlo 3-2, mientras los italianos al vencer a Eslovenia lo hicieron en tres sets. La producción polaca fue tan baja que solo su atacante Alexsandser Sliwka pudo marcar 12 tantos.
Los aficionados aupaban a Polonia
Los aficionados apretaban para animar a Polonia, pero Italia sacaba provecho al desorden táctico. Los nervios cundieron y los polacos cometieron yerros en la recepción, lagunas que los dejaron a contramano. Tres malos saques que fueron a la red, sentenciaron el destino de los campeones de las últimas dos ediciones. No pudieron celebrar ante sus parciales. Lágrimas de impotencia inundaron el escenario.
Los polacos en el Spodek fueron testigos del final de la hegemonía de su país, que ganó las dos últimas Copa del Mundo en 2014 y 2018. Italia volvió a quedarse con la corona; habían conquistado tres títulos consecutivos (1990, 1994 y 1998).
Por el tercer puesto, Brasil alcanzó el tercer lugar de ese podio al vencer a Eslovenia por 3-1 (25-18, 25-18, 22-25, 25-18) un consuelo para una potencia que hace rato no lograba un título.
Ahora Italia se ubicó segundo con 4 coronas mundiales, por debajo de Rusia (5) y ahora con ventaja sobre Brasil y Polonia, que suman 3. Los otros seleccionados ganadores de un Mundial de vóleibol fueron Checoslovaquia (2), Estados Unidos (1) y Alemania (1).
