Muchos equipos de las Grandes Ligas han decidido correr riesgos. Son apuestas fuertes que en ciertos casos les ha funcionado, otros han caído en el fracaso. Ni los gerentes ni dueños de equipos tienen una bola mágica para adivinar así que les toca asumir y ligar porque el dinero invertido tenga réditos
El venezolano Ronald Acuña Jr. abrió el camino. La nada jugosa oferta de más de 100 millones de dólares, antes de su segunda temporada en la gran carpa, aseguró una relación a futuro con los Bravos de Atlanta.
No faltaron las reacciones entre aficionaos y medios de comunicación, Unos a favor, otros en contra, por lo que estaba poniendo en juego. A medida que avanzaron los días y Acuña empezó a poner números, se fueron disipando los temores.
En este sentido hay una relación ganar ganar. Atlanta se ahorraba el posible dolor de cabeza de tener que evitar la marcha del venezolano con sufridas y costosas negociaciones futuras. Y el joven astro de La Sabana garantizaba su vida, enterrando para siempre los riesgos derivados de perder su estatus de estrella si llegaba a caer su rendimiento o sufría una grave lesión.
En las primeras horas de septiembre del 2022, el dominicano Julio Rodríguez logró un pacto multimillonario en las Grandes Ligas. Lo hizo por la misma vía que lo hizo Acuña Jr, lo que indica que esa será la nueva tónica a emplear por otras organizaciones.
El pacto unirá al joven pelotero con los Marineros hasta 2039 en las Grandes Ligas. Este hecho tuvo el respaldo de 40.000 fanáticos que aplaudieron felices en el T-Mobile Park la apuesta del club para contactar con este chico que auguran un futuro destacado. La cifra acordada para tenerlo fue de 470 millones de dólares.
El club sacrifica los seis años de control sobre el jardinero, a un costo promedio de 20 millones de dólares anuales hasta 2028. El jugador garantiza que luego, si en efecto resulta ser una súper estrella, terminará como el dueño del contrato más grande de todos los tiempos.
Si el joven Rodríguez termina siendo un pelotero más, podrá ganar unos 19 millones de dólares anuales hasta 2033. Y Seattle podría dejarle ir luego, sin haber perdido tanto patrimonio. Eso, en el peor de los casos.
EL RIESGO DEL FRACASO EN LAS GRANDES LIGAS
También existe el riesgo del fracaso en las Grandes Ligas. Puede ser una verdadera lotería cuando la apuesta se hace a tan temprana edad.
Los Rangers le dieron 120 millones de dólares por 8 campeonatos al venezolano Elvis Andrus en 2013. Y lo que parecía una apuesta sensata, terminó con cosechas de mediano rendimiento por parte del venezolano y su ulterior salida de dos organizaciones: Texas, primero, y luego Oakland, que había heredado la relación.
Su compatriota José Tábata fue un caso todavía más radical. Tábata aceptó menos dinero de los Piratas en las Grandes Ligas. Pero también había jugado menos. Estaba en su segunda campaña arriba cuando firmó por 14,75 millones de dólares y cinco justas, con extensiones por tres más. El patrullero nunca disputó más de 106 encuentros por zafra y se retiró con apenas 1.9 de bWAR. Así funcionan estas ruedas de la fortuna en la MLB.
#MLB⚾️???????? Anótenle el primer Majaguazo al súper prospecto de los Marineros de Seattle Julio Rodríguez. Un misil que salió a 110.4 mph y a 450 pies de distancia. #RDPorLoAlto ???????? ???????? ???????? ???????? ???????? ???????? pic.twitter.com/Rd9wE4NTvS
— Jorge Guzmán???????? (@GUZMAN2000MN) May 1, 2022
