Se entiende como rendimiento deportivo, el concepto que menciona la vinculación entre los medios que se utilizan para alcanzar tu objetivo, y el resultado que se obtiene finalmente.
En este post, te presentaremos algunas claves a considerar, para la optimización de tu rendimiento deportivo, haciendo un análisis de los aspectos más importantes.
Entre estos consejos se encuentran los siguientes:
Una nutrición adecuada es fundamental para el buen rendimiento deportivo
Consumir una sana y variada alimentación, te proporciona los nutrientes fundamentales para un desempeño deportivo correcto.
Ingerir alimentos con alto contenido de carbohidratos (patata, quinoa, arroz, etc.), te permitirá contar con almacenamientos llenos de glucógeno, lo cual te aportará una resistencia mayor.
Los deportistas sufren de un estrés oxidativo mayor. Para evitarlo deben seleccionar alimentos densos nutricionalmente, como los que contienen grandes cantidades de antioxidantes, minerales, vitaminas, etc. Entre ellos están los pescados, las verduras, las legumbres, etc.
Los atletas también deben evitar el consumo de “calorías vacías”, que son los alimentos que aportan solo calorías, contando apenas con algunos nutrientes; tales como los refrescos, bollería industrial, entre otros.
Indispensable una adecuada hidratación para mejorar tu rendimiento
De nada te sirve alimentarte bien, si no existe una hidratación correcta. La deshidratación incrementa de manera considerable el riego de lesiones, y reduce el rendimiento deportivo.
Siempre tienes que hidratarte antes del comienzo de la actividad, y de manera general. Si el tiempo del ejercicio es mayor a una hora, igualmente tienes que hacerlo durante la ejercitación.
Hidratarse no solamente incluye beber agua, sino que también tienes que restablecer las sales que se expulsan al sudar, principalmente el sodio.
Cuando hay temperaturas muy altas, la hidratación es esencial para evitar que el rendimiento caiga, previniendo el peligroso estado llamado hiponatremia.
Con respecto a las cantidades de agua a beber, eso dependerá del tipo de ejercicio, la intensidad y duración. Una norma general, es beber al menos 600 ml de líquido cada hora.
Adecuar el horario de las comidas con el de entrenamiento
Tienes que adecuar el horario de las comidas, con el de los entrenamientos, con el propósito de que no interfiera la digestión con el ejercicio, ya que esto disminuirá el rendimiento.
Tienes que esperar tres horas como mínimo, desde el momento de la comida, más todavía, si la misma fue abundante o alta en fibra, proteínas o grasas.
Si por cuestión de horarios, tienes que comer justamente antes de la ejercitación, es preferible que consumas alimentos de fácil digestión, como las frutas, carnes magras o patatas.
