La megarexia o fatorexia es un trastorno alimenticio que, según los estudios, afecta más a los hombres que a las mujeres y les impide valorar objetivamente su apariencia corporal.
La megarexia fue dada a conocer, en 1992, por el médico español Jaime Burgos. En los manuales de diagnóstico se le señala como un padecimiento mental. Pero los nutriólogos avalan su existencia.
En la megarexia se distorsiona la percepción de la realidad. Lo alarmante es que resulta ser una enfermedad degenerativa, “con un curso crónico” y que puede desembocar en resultados peligrosos, advierte una publicación de www.ivanesalud.com
Citado por el portal, Jaime Brugos explica que el paciente padece de obesidad, sin embargo, no se da cuenta de ese sobre peso.
La megarexia, al parecer, impacta mayormente en caballeros que en las damas. La mayor incidencia en personas a partir de los 45 años, y destaca el especialista que va concatenado a los hábitos sedentaritos de quienes la padecen.
Refieren los nutricionistas y dietistas clínicos que, en medio de una sociedad consumista, bajo la premisa de practicidad y la rapidez; el poco tiempo para cocinar porque debemos trabajar y ser productivos; la publicidad sin normativas y la facilidad de persuasión de quienes mercadean miles de productos poco sanos, ultra procesados, se disparan las cifras de sobrepeso y la obesidad mórbida que, hoy en día, afectan a buena parte de la población mundial
Causas
Quienes padecen este trastorno suelen ser altos consumidores de alimentos hipo calóricos y poco nutritivos, producto de la falsa percepción de sí mismos.
Se involucran factores ambientales, genéticos, la educación familiar y, principalmente, un origen psicológico, sostienen los nutricionistas ya que la persona cree “no estoy gordo, soy fuerte”, con mayor ahínco se repite en los hombres. Sin embargo, esta premisa puede resultar controversial, ya que para la psicología sigue siendo un trastorno.
De acuerdo con la data que registran las investigaciones, más de 500 millones de personas sufren de sobrepeso en el Mundo; y, es muy posible que muchas de estas personas sean megaréxicos no diagnosticados.
Síntomas
Lo primero que el afectado no logra percibir es la realidad de su cuerpo y su peso. Es decir, la persona puede observarse en un espejo y no puede percibir la realidad. Siempre verá su peso normal e ideal, alguno se ven más delgados.
Los anterior, puede llevar a un siguiente estado más preocupante: la nula o poca intranquilidad por la salud. Quiere decir que la personas con megarexia sigue ingiriendo productos chatarra y dañinos para el organismo.
Aunado a eso, los afectados por megarexia evitan afrontar una realidad que pueda hacerlos sentir mal. Es decir, evaden la realidad a toda costa, o salen de compras porque solo saber que deben medirse prendas extra grandes sería detonante de su realidad.
Un impacto severo en la autoestima y físicamente resulta de tratar a tiempo esta enfermedad. También provoca daños en articulaciones, desórdenes metabólicos, diabetes, cáncer, gastritis, hipertensión o presión arterial alta, desnutrición, asfixia.
Recomendaciones
Los especialistas recomiendan prevenir la enfermedad con campañas de concienciación e información que inviten a concienciarle sobre lo saludable que es mantener un equilibrio del estado físico y mental, a través de campañas educativas, la promoción de la actividad física, la alimentación balanceada y nutritiva
Los tratamientos mágicos para tratar la obesidad ni la megarexia existen, sin embargo, es aconsejable acudir a los especialistas que faciliten herramientas adecuadas para cada persona.
