Toda dieta alimenticia tiene que respetar las distintas leyes de la alimentación, las cuales son adecuación, armonía, calidad y cantidad. Todas se complementan y se vinculan entre sí.
Estas leyes de la alimentación pretenden asegurar una dieta adecuada, armónica, completa y suficiente para cada individuo. Con algunas de ellas, por lo general te excedes, otras no las cumples totalmente y otras son olvidadas.
Conoce las distintas leyes de la alimentación
En este post, sabrás de qué se tratan las leyes de la alimentación, entre las cuales están las siguientes:
Ley de cantidad
Persigue una alimentación suficiente para satisfacer los requerimientos calóricos de la persona y conservar así el cuerpo en equilibrio.
Si no se cumple esta ley, quiere decir que es insuficiente la alimentación para el individuo, ya que la necesidad calórica supera a lo consumido (por lo general desnutrición), o cuando es excesiva la ley, los aportes son superiores a los requerimientos de la persona (obesidad o sobrepeso).
Ley de calidad
Entre las leyes de la alimentación está la de la calidad, la cual ofrece una dieta completa con todos los micros y macronutrientes; esto incluye vitaminas y minerales.
Cuando se cumple esta ley tu alimentación es considerada como completa, y al no cumplirse se vuelve una dieta deficiente.
Ley de armonía
Su principal función es lograr que, entre los distintos principios nutritivos, se garantice una proporcional vinculación entre sí. Su propósito es que los micro y macronutrientes se encuentren en la dieta de forma proporcional.
Al cumplirse esta ley se considera como armónica, y si los nutrientes principales no tienen proporcionalidad, se considera una dieta disarmónica, lo cual puede presumir la falta de cualquier nutriente.
Ley de adecuación
Entre las leyes de la alimentación, la de la adecuación está sujeta a cada individuo, y de ella se generan dos aspectos: el propósito de la alimentación que debe cubrir todos los requerimientos de una persona, y el de la de-adecuación, que solo se logra si a dieta suministrada se ajusta al individuo que la consume.