Si te inquieta qué comer para bajar de peso, te queremos contar que los alimentos no cuentan con milagrosas propiedades para hacerte adelgazar. No obstante, ciertas alternativas poseen estas propiedades que te pueden ayudar en dicho proceso.
Adelgazar es un proceso que va a depender de muchos aspectos, y la alimentación juega un importante papel. Existen alimentos combinados con algunas estrategias para bajar de peso, que pueden ser más recomendados que otros.
No obstante, hay que tener en consideración que la alimentación no es la responsable única. Es por ello, que cuando piensas en qué comer para bajar de peso, o tener un equilibrado y sano peso, lo mejor es buscar la asesoría de profesionales.
Tanto nutricionistas como médicos pueden ayudarte a diseñar las estrategias más adecuadas para bajar de peso.
Conoce qué alimentos sirven para adelgazar
Varios de estos alimentos no generan efectos inmediatos ni son milagrosos. Sin embargo, su consumo enmarcado en una dieta saludable y equilibrada puede ser conveniente. Entre estos están los siguientes:
Pepino, aceite de oliva, pomelo, salmón, avena, patatas, nueces, sopas, plátano, yogur, huevos, chocolate negro, garbanzos, verduras de hoja verde. Sandía, entre otros.
Las dietas
Cuando una persona comienza una dieta para adelgazar, puede tener bastantes dudas relacionadas con cuáles son los alimentos apropiados. Y si bien se pueden hacer adaptaciones con los gustos personales, existen alimentos que no deben faltar.
Generalmente, una dieta para adelgazar está basada en proporcionar menor cantidad de calorías de las que gastas. Esto puede funcionar, pero no significa que tienes que escoger solo alimentos que tengan menos energía.
De acuerdo al alimento que se consume, hay diferentes respuestas metabólicas, gasto calórico y funciones. Es por ello, que ciertos alimentos tienen capacidad saciante, lo cual beneficia en consumir menos en la siguiente comida, y tal vez nunca lo escogerías.
Además, en una dieta equilibrada tiene que estar presentes los distintos nutrientes, esto para evitar futuros déficits que generarían efectos perjudiciales a largo plazo.
