Cuando te extraen una pieza dental genera algunas molestias, sobre todo a la hora de ingerir alimentos; es por ello, que casi todas las personas se preguntan qué puedo comer si me sacaron una muela.
Bajo esa circunstancia, tienes que adaptar tu dieta para evitar que te hagas daño en la cavidad que queda y, a la vez, hacer más sencilla la higiene bucal. Generalmente, el odontólogo sugiere una alimentación blanda.
Alimentación blanda que puedes ingerir si te sacaron una muela
La sugerencia más común de qué puedo comer si me sacaron una muela, es que ingieras una alimentación blanda, esto significa que evites todos los ingredientes crujientes, duros, que sean pegajosos o que desprendan migas o semillas, así como aquellos con intensos sabores que puedan causar molestias en la cavidad.
Al salir de la extracción de la muela y luego de unas horas después, se sugiere consumir algunos alimentos fríos que contribuyan a disminuir las molestias e inflamación, entre las mejores alternativas están:
- Helado que no tenga ingredientes crocantes, semillas o frutos secos. Elige los sorbetes de frutas o los clásicos de vainilla y chocolate. El frío calmará de manera notable el dolor y disminuirá la inflamación.
- Otra opción buena es el yogur, las natillas o el pudin.
- Jugos de frutas que no sean cítricas, como el melón, la sandía o la papaya.
¿Qué puedes ingerir unas horas después de la extracción?
Luego de que haya transcurrido varias horas de que te sacaron una muela, tienes que empezar una dieta más normal, para ello, puedes ir agregando algunos alimentos blandos o suaves, que te ayudan a estar alimentado sin inconvenientes, entre ellos están:
- Cremas de pollo, pescado o verduras, pan blanco. Patatas hervidas o en puré, suaves vegetales cocidos. Lácteos y algunos de sus derivados, vegetales en puré como la calabaza o la zanahoria. Revoltillo o huevos en tortilla, pescados suaves cocidos.
- También puedes incluir pollo desmechado, jugos o batidos de frutas que no sean cítricas, arroz, compotas de distintas frutas sin cítricos. Sorbetes y helados, gelatinas, tés fríos, púdines y natillas.
