Conoce algunas estrategias para quemar grasa abdominal, las cuales tienen el respaldo de la ciencia, para brindar respuestas sobre cómo eliminar este exceso.
El almacenamiento de grasa en el abdomen, en especial la visceral, tiene dañinos efectos para la salud. No obstante, combinando ejercicio físico y una adecuada alimentación, es posible quemar este tipo de grasa de forma efectiva.
Algunas estrategias para quemar grasa abdominal
Claramente, la evidencia determina que un incremento en el gasto energético y/o una reducción en el consumo calórico, están vinculados con disminuciones en el tejido a nivel abdominal, significativas.
No obstante, ¿cuál es la manera sostenible y óptima de lograrlo? Te explicamos algunas estrategias para quemar grasa abdominal:
Déficit de calorías
Una saludable alimentación desempeña un rol esencial, al momento de quemar grasa en el abdomen. Para conseguirlo es vital lograr ese déficit de calorías de manera sostenible y controlada.
Esto significa que tienes que ingerir menos calorías de las que gastas, para ello es indispensable acompañarlo con ejercicio físico. Así no tendrás que hacer muchos recortes en el aporte de calorías.
Consumo proteico
Con respecto a los componentes de la alimentación, las proteínas juegan un rol esencial al momento de aplicar las estrategias para quemar grasa abdominal. Un consumo adecuado de proteínas preserva la masa muscular y contribuye con la pérdida de la grasa en el abdomen, además de generar saciedad.
Algunas alternativas saludables que puedes considerar son las proteínas magras, por ejemplo, carnes magras, pescado, aves, tofu, legumbres, lácteos con baja grasa como queso mozzarella, cottage, yogures proteicos, los huevos, entre otros.
Fuentes de grasas
Entre las estrategias para quemar grasa abdominal, es vital estar pendiente del tipo de grasas que ingieres. Se sugiere limitar el consumo de grasas trans y saturadas, para ello debes evitar la ingesta de alimentos ultra procesados, fritos, embutidos, pastelería, etc.
Más bien, consume grasas saludables presentes en alimentos como pescados azules, aceite de oliva extra virgen, aguacate, semillas, frutos secos, entre otros.